por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com
Sueño que el Sol de estío y mediodía
emblanquece la arena de la playa.
La atmósfera celeste plena se halla
de la sal de una mar verde y bravía.
Sueño que soy corpóreo todavía:
un oceánico pez que da batalla
a la Gran Pescadora, la Canalla
que pone sus Anzuelos noche y día.
¿Cómo huir de La Mar? Es infalible:
pesca en la superficie y hondo al fin.
Ella creó al Principio su Gran Arte.
Aunque nade de noche en lo Invisible,
bajará a Lo Abisal por su festín;
aunque te hundas profundo, va a pescarte.
© Claudio Madaires. De su libro Chaturanga